No soy un gurú, ni un influencer, ni alguien con respuestas universales.
Soy más bien una persona con muchas preguntas y una curiosa tendencia a convertirlas en párrafos, fotos, listas y, a veces, en café derramado sobre el teclado.
Me gusta observar lo cotidiano como si fuera un experimento social: las conversaciones en el transporte público, las coincidencias que parecen guionadas, y las pequeñas rarezas que el algoritmo de la vida nos lanza cuando menos lo esperamos.
Este blog es mi intento de ponerle pausa al caos y traducirlo en palabras.
Aquí vas a encontrar ideas que nacen de la madrugada, teorías sin comprobación científica, viajes sin brújula, y reflexiones que a veces no sé si comparto conmigo mismo.
Si esperas perfección, vas a aburrirte.
Si disfrutas de lo imperfecto, lo honesto y lo raramente coherente… entonces bienvenido: ya somos dos.